Pedro Barrios: “Mandiyú es un sentimiento muy especial”

A 37 años del ascenso a Primera del Albo, el ex defensor uruguayo recordó con cariño su paso y el fuerte vínculo que aún lo une al club correntino.

ENTREVISTA

5/21/20257 min read

El nombre del uruguayo Pedro Daniel Barrios es uno de los que surge inmediatamente por peso propio de quiénes integraron los planteles profesionales de Mandiyú en la época dorada del equipo correntino, que incluyó el histórico ascenso a Primera División y las campañas iniciales en la máxima categoría del fútbol argentino.

Precisamente, este 21 de mayo se cumplen 37 años de aquél hito logrado por el Albo, que se selló al empatar sin goles en su visita a Quilmes, consagrándose campeón del Torneo Nacional B 1987/88.

En una entrevista exclusiva con Sports Corrientes, el ex capitán de Mandiyú recordó con emoción aquellas vivencias y reconoció que, a pesar de los años, mantiene un fuerte vínculo con la institución.

-Pedro, cuando yo te nombro Mandiyú, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza?

Mandiyú es para mí un sentimiento muy especial, porque significó mucho en mi vida y porque acá comencé a formar mi familia. Recuerdo que mis hijas comenzaron a caminar en el parque Mitre, y más allá de eso, supe forjar grandes amistades que hice con mucha gente que tengo la oportunidad de volver a ver cada vez que vuelvo.

-Estabas jugando en Nacional de Montevideo y decidiste venir a Mandiyú, un club del ascenso del fútbol argentino en esa época muy poco conocido y en una provincia del interior alejada del mapa futbolístico nacional e internacional. ¿Qué te llevó a tomar esa decisión?

Estaba en Nacional en un momento muy difícil de la institución, con muchísimos problemas económicos, y necesitaba un cambio. Entonces surgió la propuesta de don Eduardo (Seferián), de venir a Mandiyú. Sinceramente era un club totalmente desconocido, prácticamente para todos los uruguayos, pero bueno, a veces uno toma decisiones con cierto riesgo, a veces salen bien y a veces salen mal. Yo por suerte estoy totalmente agradecido de haber tomado la decisión correcta y de haber venido.

Más allá de los resultados deportivos, que fueron muy buenos, ya que Mandiyú ascendió a primera división, y logramos mantenernos en la categoría con buenas campañas durante varios años; también destaco que acá he vivido con mucha tranquilidad. Teníamos una vida ideal, digamos, entre comillas, porque yo estaba haciendo lo que quería, lo que me gustaba, podía trabajar en eso, ganar el dinero suficiente y aparte tener una vida para mi familia bastante tranquila.

-¿Se valoraron otras referencias antes de tomar la decisión de venir a Mandiyú?

El año anterior habían venido el Bomba (Domingo) Cáceres, Julio Rivas, Víctor Púa (Sosa), y la charla con ellos fue lo que me hizo tomar la decisión final de venir a Mandiyú a pesar de no conocer este lugar.

-Fuiste capitán del equipo en los primeros años en la primera división del fútbol argentino, ¿qué significa o qué significó eso?

El capitanato (SIC) sin duda que es algo lindo, porque en cierta forma es una cualidad que reconoce el grupo a cierta persona. Que a uno lo nombren capitán y lo tengan como referente del grupo siempre es importante, aparte también es una responsabilidad. Son cosas que gratifican, que le hacen bien al jugador y que lo estimulan.

-Imagino que entre los muchos recuerdos que tenés de tu paso por Mandiyú, uno de los más importantes fue el campeonato y ascenso logrado en cancha de Quilmes.

Creo sin duda que ese fue el logro y el festejo más importante, porque también fue el de toda la gente de esta provincia. A pesar de que pasaron más de 30 años, recuerdo perfectamente lo que fue nuestra llegada a Corrientes. Sin dudas, algo inolvidable que quedó marcado para el resto de mi vida.

El fútbol argentino es lindo, porque es competitivo en todas las divisionales, en todas las categorías, donde es muy difícil ascender, por eso ese logro de Mandiyú, siendo un equipo desconocido en esa época, fue muy valioso. Quizás hasta el día de hoy no se tenga conciencia de lo que significó eso, pero esta es una provincia muy futbolera, y veo que la hinchada sigue vigente.

Recuerdo que después del ascenso tuvimos el cruce con San Lorenzo por un lugar en la Copa Libertadores, donde terminamos igualados tanto en el partido de ida como en el de vuelta, pero ellos se clasificaron porque tenían la ventaja deportiva por estar jugando en Primera División. Si accedíamos hubiese sido también algo histórico para Mandiyú y Corrientes.

También hicimos un par de campeonatos muy buenos en Primera División, uno en el que salimos terceros, si mal no recuerdo, detrás de Boca y San Lorenzo (1992). Lamentablemente después vino un poco el cansancio de Don Eduardo (Seferián) principalmente, y eso llevó a que lamentablemente el club perdiera la categoría, y hasta el día de hoy no pueda recuperarse.

¿Seguís los pasos de Mandiyú?

Sí, hasta el día de hoy sigo pendiente de lo que pasa en Mandiyú a través de los medios. Por suerte hoy las redes sociales nos permiten estar más al tanto de todo. En cierta forma uno está más cerca de lo que sucede en cada lado. Si bien no se conocen los detalles menores de lo que pasa en cada institución, uno está mucho más informado. Y siempre estuve pendiente de lo que sucedía, y he estado en contacto con muchos amigos que dejé acá, sin poder verlos personalmente, pero sí charlando y conversando.

-Pudiste regresar finalmente a Corrientes en el homenaje a don Eduardo Superián.

La vuelta a Corrientes fue realmente muy linda. Hace mucho tiempo que estaba con ganas, lo que es que cuesta un poco porque estoy a 1.200 kilómetros y por lo general venir por tierra en coche es lo más conveniente y lo más fácil, pero hay que organizarse porque uno también tiene responsabilidades que cumplir, pero estoy contento de haber tomado la decisión de estar en Corrientes.

-Mandiyú te abrió las puertas de alguna manera al fútbol argentino, porque de Corrientes fuiste a jugar a Huracán.

Sí, Huracán también fue un club importante en mi carrera. Es un club grande de la Argentina, con mucha historia, con una hinchada muy buena, con un hermoso estadio, y en el que también estuve 6 años, y pasé momentos muy lindos, con resultados deportivos buenos, regulares y malos, pero siempre manejándome dentro de mis parámetros, de la manera que siempre me gusta manejarme, y por eso creo que este es un buen recuerdo también.

-Tanto en Mandiyú como en Huracán fuiste el encargado de ejecutar penales. ¿Por dónde pasaba la clave para que seas tan efectivo?

No hay una clave, yo entrenaba los penales, y lógicamente es necesario tener cierta técnica para patear, pero más que nada creo que es necesario tener cierta tranquilidad a la hora de ejecutar. Hay lugares o estadios en los que no es fácil ejecutar penales. Me tocó patear dos en la cancha de Boca, en el arco que da a la hinchada Nº12, y en ese momento no se escucha ni el silbato del árbitro cuando da la autorización para patear, y el arco se achica una enormidad y el golero parece gigante. En esas instancias el tema de la tranquilidad y la personalidad es importante.

¿Se estudiaba en esa época a los arqueros como ahora?

Se estudiaba, pero ahora con el tema de la tecnología que hay, todo lo que rodea al fútbol y todo el conocimiento que se tiene de todo lo que pasa dentro de una cancha de fútbol, que es mucho mayor, donde hay mucha gente involucrada del cuerpo técnico que se toma el trabajo y la molestia de revisar todo este tipo de cosas, hay mucha más información que antes.

-Terminaste tu carrera deportiva en el club donde empezaste y saliste campeón.

En el año 1998 volví a jugar en Nacional, ya tenía 37 años, y tuve la suerte de terminar en el club donde me inicié y del cual soy hincha. Por ahí tuve la mala suerte de no hacerlo de la manera que yo quería porque lamentablemente se me reventó el tendón de la rodilla a medio campeonato, me llevaba una recuperación de 7 u 8 meses como mínimo y al estar grande de edad cuesta mucho más la recuperación, y volver con un nivel competitivo iba a ser difícil, entonces tomé la decisión de dejar el fútbol profesional y después que me operé, seguí jugando pero a nivel amateur.

Qué es la vida hoy de Pedro Barrios. ¿A qué te dedicás?

Hace 20 años que trabajo en la Dirección de Deportes de la Intendencia de Maldonado, en Uruguay, donde soy el Director de Infraestructura Deportiva. Sigo vinculado al deporte, aunque no específicamente a un club, ya que soy encargado de los centros deportivos. Es algo que me gusta mucho. Pienso seguir 4 o 5 años más o menos para después retirarme a descansar un poco.

-Para finalizar, ¿qué mensaje querés transmitir para Corrientes y el pueblo Albo?

Veo que los hinchas están, que el fervor por el club sigue vigente, ahora hay que encontrar el camino entre todos los dirigentes para poder organizar el club, y las autoridades apoyar, y darle la fuerza que necesita para que Mandiyú vuelva a ese lugar de privilegio que se merece.

Entrevista: Rubén Poletti (Especial para Sports Corrientes).

Fotos: El Gráfico y gentileza.

Video: https://shorturl.at/EbUH9